Mika hereda de su abuelo sus marionetas y un gran abrigo lleno de bolsillos. Actúa ante otros niños, haciéndoles olvidar por un momento la miseria del gueto. Pronto se ve obligado también a actuar para los soldados, lo que le permite salir de allí. Tras la liberación, las marionetas quedan en poder un soldado nazi confinado en Siberia. Años después, y tras pasar por varias manos, las marionetas volverán a Mika en su lecho de muerte. me encantó el libro ......mucho.... a si que no digo na.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario